Los bosques son extremadamente importantes tanto para la sociedad como para el medio ambiente: desempeñan un papel fundamental en el enriquecimiento de los recursos naturales que sustentan la vida en la Tierra; los recursos que ofrecen suponen el sustento total o mayoritario de millones de personas; y cada vez somos más conscientes de su papel en la lucha contra el cambio climático. En definitiva, todos dependemos en gran medida de la existencia y supervivencia de los bosques.
Las cinco ONG asociadas para trabajar por la Promoción de la transparencia en el sector forestal saben a ciencia cierta que no hay nadie que dependa más de estos preciados bienes que las personas más pobres y vulnerables.
A pesar del reconocimiento generalizado de su gran importancia, no se ha protegido a los bosques públicos del mundo ante la agresiva destrucción que está teniendo lugar a una escala descomunal.
El sector forestal ha sufrido durante años una mala gestión y una falta de gobernanza responsable. En muchos países en desarrollo que son ricos en recursos forestales pero pobres desde el punto de vista económico, en los que normalmente la gobernanza es débil y los problemas de aplicación de las leyes y distribución de los ingresos son sistémicos, los gobiernos y las grandes empresas sin escrúpulos se han aprovechado de la corrupción y la mala aplicación de las leyes en su codiciosa lucha por conseguir sus propios intereses comerciales.
Los procesos de elaboración de políticas siempre han estado dominados por un grupo elitista de personas o corporaciones poderosas que intentaban aprovecharse de los bosques en beneficio personal. Asimismo, la mala gestión de los bosques públicos para proveer de recursos a un mercado internacional de materias primas ha llevado a un uso de los bosques y unas prácticas forestales que no son sostenibles.
Desde finales de la década de 1980 la comunidad de donantes internacional ha invertido decenas de billones de dólares en la reducción de la deforestación y el aprovechamiento de los bosques para el crecimiento económico de los países en desarrollo. Estas inversiones siempre han fomentado la producción industrial de madera para la exportación, como forma de reactivar las economías de los países en desarrollo ricos en recursos forestales. Sin embargo, la realidad es bien distinta y en prácticamente todos los países en los que se ha probado esta táctica se han extendido prácticas como la tala y el comercio de madera ilegales y se han obtenido escasos beneficios sociales o económicos duraderos para las comunidades dependientes de los bosques.
En vez de un avance del desarrollo económico, lo que se ha podido observar es una destrucción medioambiental y social a gran escala, una impresionante pérdida de ingresos para los países en desarrollo ricos en recursos forestales (cuyas economías dependen en gran medida de estos recursos), un aumento de la pobreza, abusos de los derechos humanos, una gran destrucción medioambiental y, en muchos casos, guerras declaradas provocadas por la madera.
Con este panorama, las comunidades pobres y vulnerables que dependen de los bosques pueden llegar a ser las más afectadas, ya que sus necesidades son completamente ignoradas y se hace caso omiso a sus opiniones. Si desea más información, puede descargarse el informe de Global Witness titulado "Intereses creados".
El proyecto de Promoción de la transparencia en el sector forestal tiene un plazo de cuatros años y su objetivo es ayudar a los grupos de la sociedad civil de los países ricos en recursos forestales a interactuar con los responsables de la elaboración de políticas y reivindicar una gobernanza responsable para el sector forestal.
En cada uno de los cuatro países piloto de este proyecto, los grupos locales de campaña han observado que la tala a escala industrial no ha conseguido cumplir los objetivos de desarrollo social o medioambiental. Los participantes en este proyecto creen que el mundo no puede permitirse el lujo de poner en peligro estos bienes globales y que deben encontrarse alternativas al modelo actual de tala, que generen economías sostenibles a nivel local, a la vez que mitigan los peores efectos del cambio climático.
Como quedó identificado en el Libro Blanco de 2005 del Gobierno británico titulado “Cómo hacer que la gobernanza beneficie a los pobres”, que supuso el impulso para la financiación del proyecto de Promoción de la transparencia en el sector forestal, la transparencia es fundamental para la demanda de una buena gobernanza. El fomento de la capacidad de los ciudadanos corrientes de acceder a la información y analizarla ayudará a reorientar la política forestal hacia las necesidades que ellos tienen.
El proyecto utiliza un enfoque centrado en los ciudadanos para evaluar el nivel de acceso público a la información mediante el diseño y la puesta a prueba de un boletín de transparencia. Utilizando esta metodología, el proyecto podrá evaluar la gravedad del problema, evaluar hasta qué punto están funcionando los esfuerzos por mejorar la transparencia del sector forestal, identificar los ejemplos de buenas prácticas de algunos gobiernos y explorar las posibilidades de ampliación y duplicación de las buenas prácticas.
Mediante la repetición anual del boletín y la ampliación a otros países, el proyecto establecerá las normas básicas globales para que haya un cambio de poder que conlleve un mayor acceso a la información y toma de decisiones para todas aquellas personas cuyas vidas dependen más directamente de los bosques.